viernes, 10 de abril de 2015

Aquelarre, más allá de los Pirineos: La Guerra de los 100 años

Una ayuda de juego para ubicar aventuras en Francia, durante la devastadora guerra mencionada. Por Urox (16 de julio 2011)


Cuando Castilla limitaba con Inglaterra

Esta verdad a medias es un buen punto de partida para explicar por qué la Guerra de los Cien Años tiene relevancia en el mundo de Aquelarre y los Cinco reinos ibéricos. Desde que la sin par Leonor de Aquitania se casó con Enrique Plantagenet en 1152, la zona suroeste de Francia estuvo bajo soberanía de los reyes ingleses. La cantidad de territorio y la forma exacta de este dominio, ya de manera totalmente independiente, ya rindiendo pleitesia al rey francés, dependían de quien llevara la voz cantante en el campo de batalla en cada momento. De modo que las tierras que se veían al otro lado del Bidasoa, no eran francesas, sino inglesas. 

    Pero cuando en 1328 el rey de Francia (y por cierto, también de Navarra), Carlos IV murió sin dejar descendencia, el rey de Inglaterra, Eduardo III, sobrino del finado, reclamo el trono. La aristocracia francesa, que no tenia ganas de ser mandada por un ingles, aunque fuera normando, rechazó su derecho al trono basándose en la ley sálica, y proclamo a Felipe de Valois rey de Francia (Aqui tenéis un diagrama del despropósito genealógico).

   Eduardo tuvo que aguantarse las ganas de partirle la cara a Felipe y esperar su momento, que llego en 1337, cuando el gabacho decidió incautarse del feudo ingles de la Guyena. Más ahora ya no se trataba de a quien pertenecían que tierras, sino de quien era el legitimo rey de Francia. Eduardo cambio su escudo de armas uniendo en el la flor de Lis y los leones de Inglaterra  y empezó a hacerse llamar rey de Francia e Inglaterra 

    Bueno, y todo esto ¿en que afecta a los Cinco Reinos?. Pues más de lo que podría parecer. En primer lugar, como decíamos antes, las tierras de la Guyena, Gascuña o el nombre que se les de según el momento, que son básicamente Burdeos y sus alrededores hasta la frontera con Castilla y Navarra, estuvieron siempre bajo el control de la monarquía inglesa durante la mayor parte del marco temporal de Aquelarre. Hasta 1453 para ser exactos. Y no hay que olvidar que desde Bilbao o Pamplona hay mucho trecho hasta Toledo, pero Burdeos y la Guyena están casi al lado. Y uno no puede vivir al lado de un lugar que esta en guerra durante cien años sin que te salpique. Y vaya si salpicó.

La guerra de cien años y aledaños



Desde que empezó la guerra, Eduardo III de Inglaterra decidió que si buscaba el enfrentamiento frontal con los franceses, mucho más numerosos y mejor equipados, le iban a dar la del pulpo. Así que decidió jugar sucio. Lo primero que hizo fue promulgar un edicto que obligaba a todos los hombres de Inglaterra mayores de 12 años a practicar el tiro con  el arco largo dos horas todos los domingos, justo después de misa. Así cuando se enfrentó a los caballeros franceses en Crecy en 1346 tenia un arma secreta que le dio la victoria contra todo pronostico: el arco largo ingles. Luego busco cualquier pretexto para atacar Francia, y sobre todo adopto con entusiasmo una táctica militar francesa:la chevauchée.

La  chevauchée no es mas que una manera elegante de decir matanza y pillaje. El propósito principal era socavar la autoridad del enemigo. En el universo feudal, la mejor manera de socavar dicha autoridad es demostrar a villanos y campesinos que su señor no es capaz de cumplir su deber de protegerlos, y para "hacérselo comprender" se atacaban aldeas y pueblos desprotegidos, se los saqueaba, incendiaba, se sometía a todo tipo de vejaciones a sus habitantes y antes de abandonar el lugar se asesinaba a todos los civiles de sexo masculino. A lo largo del conflicto ambos bandos utilizarían esta táctica, sin por otra parte ver ninguna contradicción en comportarse entre aristócratas con la mas estricta ética caballeresca, pero como todas las chevauchée se llevaban a cabo en Francia, evidentemente los ingleses salían ganando. 

Semejante táctica se prolongo naturalmente en el mar. De hecho esta era la única manera en que los franceses podían infligir a la propia Inglaterra algo de la destrucción y de la sensación de impotencia que los ingleses causaban en Francia con sus depredaciones. Natruralmente todo estos infligía graves prejuicios al comercio atlántico castellano. Durante la mayor parte de la Guerra de los Cien Años, Castilla fue aliada de Francia, prestando sobre todo apoyo naval. Ya en la Batalla de los Sluys, en 1340, vemos naves castellanas junto a las francesas luchando contra la flota inglesa.  Muchos marineros de la costa cantábrica se dedicaron a lanzar expediciones de saqueo contra las costas Inglesas. Naturalmente los ingleses se vengaban cuanto podían y no era raro que sus corsarios atacaran las costas castellanas, ademas de abordar todo mercante de dicha nación que se ponía a tiro. En 1350 una flota castellana al mando de Don Carlos de la Cerda se enfrentó a otra inglesa al mando de Eduardo III y su heredero, el Príncipe Negro en la batalla  de Les Espagnols sur Mer (Los españoles sobre el mar). Los castellanos fueron derrotados, aunque tanto el rey como el príncipe perdieron sus navíos, pero ya habría ocasión de ajustar cuentas con esos ingleses hideputas. 

La chevauchée y el estado de guerra casi permanente entre los dos reinos creo también otros fenómenos. Uno fue el de los {routiers} o capitanes mercenarios. Durante la guerra de los cien años se alternaban periodos de gran actividad bélica, con otros menos virulentos y diversas paces y treguas de corta vida. Esto provocaba que los reyes contrataran en ciertos momentos grandes cantidades de soldados de los que luego prescindían. Estos mercenarios en paro emigraban a los reinos vecinos en busca de nuevas guerras que les mantuvieran o se dedicaban al bandidaje, siendo el ejemplo mas famoso  las Compañías Blancas, en las que militaban no pocos peninsulares, una masa de unos diez mil hombres que una vez liberados de todo contrato se dedicaron a devastar el sureste de Francia hasta que Bertrand de Guesquelin, los reunió a todos y se los llevo a la península ibérica para llevar a Enrique de Trastámara al trono de Castilla (sí, este es el tipo del "ni quito ni pongo rey").

Este es el momento en que el conflicto entre Francia e Inglaterra se extiende a la Península Ibérica Con el apoyo de Pedro IV de Aragon y las Compañías Blancas de Guesquelin, Enrique de Trastámara expulsa a Pedro I de Castilla y le arrebata el trono. Ni corto ni perezoso, el bueno de Pedro se va a la Guyena y consigue el apoyo de Eduardo, el príncipe de Gales (el Príncipe Negro) y ambos invaden Castilla a la cabeza de un ejercito inglés que derrota a Enrique y a Du Guesquelin en Najera.

Sin embargo la victoria de Najera no sera suficiente para que Pedro I se mantenga en el trono recuperado y poco después morirá en Montiel, según se dice, a manos de du Guesquelin. Ahora le llega al momento a Enrique de Trastámara, flamante Enrique II de Castilla, de devolver la deuda contraída con el rey francés, y lo hace en 1372, cuando en el puerto de La Rochelle, la flota castellana, al mando del genovés Bocanegra, derrota a la armada inglesa, provocando la caída de la ciudad en manos francesas y la rendición de un ejercito ingles de 8.000 hombres. Ademas de asegurar el predominio castellano en el comercio atlántico, muchos caballeros y nobles ingleses capturados en esta batalla dieron con sus huesos en Santander, Bilbao o Fuenterrabia mientras se pagaban sus rescates.

A partir de este momento la implicación española en general, y castellana en particular en el conflicto disminuyó, aunque por supuesto las consecuencias de los tiras y aflojas en los campos de batalla franceses afectaron a los Cinco Reinos, especialmente de forma económica, unas veces para bien y otras para mal. Ciertas rutas comerciales quedaban cerradas o se volvían peligrosas, pero otras se desviaban a la península. Y siempre era un lugar donde podían encontrar trabajo los mercenarios en paro.

La participación de Francia e Inglaterra en el conflicto civil castellano es también una muestro de uno de los rasgos de la Guerra de los Cien años: la aplicación del viejo refrán de "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Ambos bandos buscarían, especialmente en épocas de tregua entre ellos,  el apoyo de los enemigos del otro para debilitaros. Así los Franceses buscarían la alianza de Escocia y los Reinos ibéricos,especialmente Castilla, mientras Inglaterra se apoyaría en el Sacro Imperio, Navarra, Borgoña e incluso Portugal.

Otra consecuencia del estado de guerra casi permanente,  eran las revueltas campesinas. Abrumados por la guerra, las hambrunas, las plagas y oprimidos por la nobleza con unos impuestos cada vez mayores, sin que a cambio ofrecieran protección alguna, los campesinos franceses, los Jacques Bonhome (Juan Buenhombre), se revelaban frecuentemente. Tan frecuentes se volvieron tales sublevaciones que se acabo acuñando un nuevo termino, jaquerie, para designarlas.


El Papado en Aviñón

A estas alturas algunos os preguntareis: "¿y para que iban a querer mis personajes meterse en semejante berenjenal?". Aparte de las respuestas clásicas de que los jugadores de rol no destacan por su prudencia y "porqué esta ahí", hay una serie de posibles razones . Una de las mas importantes es que el Trono de San Pedro estará asentado en medio de ese berenjenal durante casi cien años. Durante la mayor parte del siglo XIV, la sede del papado estuvo en la ciudad de Aviñon, que pese a ser territorio soberano del papado, en la practica estaba controlado por el rey francés. Aunque Aviñon quedaba lejos de la mayoría de las áreas de conflicto, las consecuencias de la guerra, especialmente las deprecaciones de los {routiers} si la afectaron.

Si abrís la tercera edición de aquelarre por la pagina 271, veréis una lista de papas. Pues bien, todos los papas que allí figuran entre Clemente V y Gregorio XI, ambos inclusive, gobernaron la Iglesia desde Aviñon, no desde Roma. Gregorio XI llevo el papado de nuevo a Roma, pero murió al poco de hacerlo, y su sucesión fue tan polémica que acabo desencadenando el cisma de Occidente, durante el cual a los papas de Roma se enfrentaron los Antipapas de Aviñon. Aunque en el Aquelarre no se los menciona, la mayor parte de los reinos peninsulares se encontraban en la esfera de influencia de los antipapas de Aviñon, que fueron estos dos:

-Clemente VII: 1378–1394
-Benedicto XIII: 1394–1423 (2)

Una legación papal con destino a Aviñon puede ser una magnifica oportunidad para introducir la Francia de la guerra de los cien años en una campaña de Aquelarre. Una embajada al Santo Padre no es cosa baladí, sin duda entre sus miembros habría por lo menos un obispo y todo tipo de clérigos, una nutrida escolta armada, y todo tipo de cortesanos, incluyendo las barraganas de los clérigos de mayor rango, que ya sabemos como las gastaban los santos hombres de aquellos tiempos.

También es de esperar que al amparo de la comitiva papal, bajo el emblema de las llaves de San Pedro, viajen personas de muy distinta condición, pero cuyas influencias les permitan beneficiarse de dicha protección, acompañando a la comitiva en todo o en parte de su recorrido. Entre los ejemplos puede haber un grupo de monjes franceses que llevan valiosos incunables obtenidos en la escuela de traductores de Toledo a la gran biblioteca de Cluny, una pupila francesa de un noble castellano que vuelve a su hogar, mercaderes, diplomáticos, etc.


Viajando por la "Dulce Francia"

   Como imaginareis el termino de Guerra de los Cien Años se acuñó mucho después de los acontecimientos. Su duración exacta, así como su comienzo y final depende de cada historiador, aunque las fechas mas habituales la sitúan entre 1337 cuando el rey francés expropia la Guyena inglesa y 1453 cuando los franceses toman Burdeos. A lo largo de estos años se sucedieron épocas de conflicto abierto, treguas, tratados, conflictos menores y demás, pero para Francia en su conjunto se puede decir que nunca hubo paz por completo. Gran parte del paisaje francés se lleno de campos abandonados y ruinas, ya que a la guerra y el hambre que esta trae consigo, se unió a partir de 1348 la peste negra. El resultado de todo esto es que a lo largo de este periodo la población de Francia se redujo a la mitad. Pensad en ello. La gente que no muere por la guerra, el hambre o la peste, se concentra en lugares de fácil defensa, generalmente fortificados. Eso significa que la mayoría de las aldeas y muchos pueblos quedaran prácticamente abandonados, con sus tierras sin cultivar.

Viajar por las tierras del interior de Francia a partir de mediados del siglo XIV debía presentarse a unos ojos del medievo como una especie de adelanto del Apocalipsis,una road-movie post-apocaliptica en la Baja Edad Media. Tierras desiertas e incultas, pueblos abandonados por sus habitantes, muchas veces quemados hasta los cimientos, fortalezas en ruinas, bandas de merodeadores por doquier... Las crónicas dicen que ningún campesino francés osaba arar un campo desde el que no pudiera oír las campanas de una iglesia que avisaran de las incursiones y que los lobos entraban por las noches en las calles de París para alimentarse de los cadáveres.

Ni que decir tiene que Satanás se encontraba por estos lares como pedro por su casa. Las acusaciones de brujería eran frecuentes y no solo contra indefensas ancianas que vivían en chozas en el bosque, sino incluso contra personas de sangre real. No seria raro que más de un noble francés se hubiera puesto a adorar al Maligno para conseguir vencer a los ingleses, o que algún hechicero aprovechara todo este desgobierno (recordad que en algún momento se podía incluso escoger entre tres papas.) para practicar sus artes con impunidad y a plena luz.

Personajes

Si los jugadores quieren, con el beneplácito del director de juego, pueden hacerse personajes de origen ingles o francés, ademas varios de los pueblos descritos en el Aquelarre también cuentan con representantes al otro lado de los Pirineos:

Vascos: en las regiones de Francia fronterizas con Navarra y Castilla, casi siempre bajo dominio ingles habitan, como han hecho desde tiempo inmemorial, los vascos, cuyo idioma natal es el mismo que el de sus hermanos de los reinos de Navarra y Castilla, el euskera, aunque el Gascón u Occitano seria el secundario en lugar del castellano.

Judíos: las comunidades judías francesas, mucho menos numerosas que las ibéricas, se encuentran en el punto de confluencia entre las dos grandes tradiciones judías europeas: los sefarditas procedentes de la península, y los Asquenazis de origen centroeuropeo. Como norma los sefarditas predominan en el sur de Francia. Los judíos fueron expulsados de Francia varias veces, la ultima en 1394, tras la cual no se les permitió regresar hasta el siglo XVII

- Occitanos:  por esta época la unificación lingüística de Francia es aun una tarea pendiente. En la Gascuña, el Languedoc y la Provenza no se habla francés, sino Occitano o lengua de Oc. Los occitanos están mas próximos cultural y lingüísticamente a los catalanes que a los franceses. Si el catalán o el occitano son lenguas distintas o dialectos de una misma lengua es una polémica en el que es mejor no meterse. Cortemos por lo sano cual el sabio Salomón y dejemoslo en que  el  personaje que tenga el catalán como lengua materna habla el occitano a su Cultura X5 y viceversa.

Semillas de Historia


"¿Luis de Carrión, decís?. Pues habláis con acento harto extraño para ser de Carrión, a fe mía."


El Arquero Gales: Los personajes están disfrutando de un momento de asueto en una posada de una población de la Cornisa Cantábrica (preferiblemente Asturias), cuando se acerca a ellos un individuo con aspecto extranjero, impresión que se confirma cuando abre la boca. Dice, en un castellano balbuceante, llamarse Llews Ap Ciarron (aunque cuando lo dice en castellano, algunos creen oír Luis de Carrión). Si alguien cambia al francés o al ingles quizá sepa hacerse entender un poco mejor. Dice necesitar ayuda y estar dispuesto a pagar bien por ella. El aspecto de gente de mundo de los personajes le ha convencido de que son las personas apropiadas para dársela  Si los jugadores muestran interés les contará su historia.
    El y dos docenas de compatriotas galeses (Llews jamas aceptará que le llamen inglés) decidieron hace unos meses cruzar los pirineos esperando que la hierba fuera mas verde de este lado de la cordillera y de paso con la intención de hacerse perdonar los muchos pecados cometidos durante la interminable guerra entre Francia e Inglaterra peregrinando a la tumba del Apóstol Santiago (Saint James dicen ellos, bárbaros ignorantes).
Al llegar a este lugar, encontraron trabajo como mercenarios de un poderoso noble para combatir con un súbdito rebelde. En la lucha, Llews quedo herido en una pierna, y tubo que guardar cama en la posada donde están los jugadores. De hecho aún renquea un poco. Mientras tanto sus compañeros marcharon a un lugar llamado Valle los Tejos, precisamente en busca de madera de este árbol para reparar y fabricar sus arcos, pero nadie ha vuelto a saber de ellos desde entonces. Llews les ofrecerá una buena recompensa si le ayudan a buscarlos. A partir de este punto la aventura podría tomar varias  direcciones:

- Devenir racional: los galeses han sido secuestrados por orden del poderoso noble que les contrato. Un infandón a su servicio se los ha llevado a una de sus fortalezas mas retiradas y los ha puesto a enseñar el arte de la arqueria, tanto la fabricación como el uso del arco largo gales (¡¡que lo inventamos nosotros, no los ingleses!!), a un centenar de soldados.

- Devenir irracional: el tejo es un árbol con un fuerte contenido mágico y religioso, tanto en la antigua religión celta como en el cristianismo. Los tejos del valle podrían estar habitados por mandrágoras y/o meliades, o ser el lugar de reunión de una secta pagana o demoníaca.

Misión papal

      Los pjs forman parte de la comitiva de un importante cargo eclesiástico (enviado real, legado  papal, primado de un reino, etc) que se dirige hacia Aviñón para una audiencia con su santidad. Tras cruzar el Bidasoa y la Guyena inglesa bajo el estandarte de las llaves de San Pedro, la comitiva se adentra en los paramos en los que la guerra ha convertido el interior de Francia. Durante varios días recorren tierras devastadas, aldeas enteras quemadas, ruinas de fortalezas. Hasta los mercenarios mas endurecidos aseguran no haber visto una devastación asi.

- Devenir racional: Un noble francés y sus hombres, disfrazados como ingleses, atacan la comitiva, en un intento de persuadir al rey de Castilla de que se una al monarca francés en una ofensiva conjunta contra la Guyena. 

- Devenir irracional: En la comitiva viaja un pequeño grupo de monjes cluniacenses. Uno de estos monjes ha desaparecido por la noche junto con algunos de los libros que iban camino de la gran biblioteca de Cluny. El líder de la comitiva no quiere detener su marcha y manda a los PJ en su busca. Siguiendo el rastro del monje, los jugadores ven que a una legua del campamento se ha reunido con un grupo de jinetes. El rastro continua hacia a un monasterio fortificado ocupado por Guilllaume de Artois, un routier con fama de hechicero. Y es que los libros desaparecidos son grimorios y el monje uno de sus aprendices...

Notas:

(1) Lista de puertos castellanos acusados de piratería por el rey ingles Eduardo III:Fuenterrabía, San Sebastián, Guetaria, Motrico, Bermeo, Portugalete, Castro Urdiales, Laredo, Santander, San Vicente de la Barquera, Avilés, Ribadeo, La Coruña, Noia, Ponte Bayona del Miño.

(2) Benedicto XIII fue expulsado de Aviñón en 1403. El llamado Papa Luna jamas reconoció su destititución y siguió considerenandose el legitimo sucesor de San pedro hasta su muerte.

Bibliografía:

- La Compañía Blanca de  Arthur Conan Doyle. Una buena vision de Francia tras las victorias de Eduardo III y el Príncipe Negro. Eso si bastante sesgada a la hora de enseñar las peores costumbres de las tropas inglesas.

- Crecy, cómic de Warren Ellis y Raulo Caceres. Si queréis saber cuan sucio jugo Eduardo III y los orígenes de la Guerra. Y lo que era la  chevauchée resumido genialmente en una sola viñeta.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario